La situación humanitaria en la región del Sahel (Malí) se esta deteriorando progresivamente. Con el avance de las tropas de los rebeldes maliénses, las poblaciones del norte del pais estàn en éxodo masivo, algunos hacia los países vecinos y otros hacia el sur del país. Estas poblaciones viven en una situación precaria indecente. En sus intentos de abandonar las zonas de conflicto y escapar de la autoridad de los nuevos líderes del norte, a veces, renunciàn a bienes y a familias. Según el último informe de la OCHA, Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, los refugiados malienses en los países vecinos se estiman en 158.923. Actualmente 56.664 de ellos estaría en Burkina Faso y Mauritania 62 871 y 38 338 se encuentran en Níger. Por otro lado, las autoridades argelinas también anunciàn que unos 30 000 refugiados de Malí se encuentran actualmente en Argelia. Además de varios movimientos internos han sido reportados.
Según el PMA, el número de personas afectadas por el desplazamiento hacia el interior del país se estima en 130.000. Más de 25.000 personas se habriàn dirigido a Bamako. La región de Ségou también recibe más refugiados, instalados en familias de acogida. Dos sitios fueron identificados para su uso como campamentos de refugiados, pero aún no han sido puestos en funcionamiento. De momento el acceso humanitario a las zonas afectadas por la inestabilidad es limitado, pero los intentos de negociar con los grupos armados parecen estar avanzando. Sin embargo el número de la asistencia humanitaria sigue siendo relativamente bajo y la situación no está mejorando. Algunas ONGS están trabajando duro sobre el terreno, en un ambiente palpable de inseguridad y la ONU aún no está presente.