La ONU ha anunciado oficialmente el miércoles en Nueva York, el nombramiento del ex presidente de Alemania, Horst Köhler en el cargo de enviado personal del secretario general (SG) de las Naciones Unidas, Antonio Guterres para el Sahara, en sustitución del estadounidense Christopher Ross.
El nombramiento del nuevo enviado de la ONU para el Sahara viene después de obtener la aprobación de Marruecos que ha tomado el tiempo necesario para estudiar minuciosamente la nominación y el perfil del nuevo mediador alemán en consideración de la sensibilidad del caso del Sahara que Köhler se hace cargo.
Sin embargo, el Polisario que se presiona para reanudar las conversaciones con Marruecos, congelados desde hace años, había respaldado la candidatura de Köhler desde que fue anunciada poco después de la sucesión del portugués Antonio Guterres al surcoreano Ban Ki Moon a la cabeza de la jefatura de la ONU en enero de 2017.
El alemán Horst Köhler, será el segundo europeo en ocupar el cargo después del holandés Peter Van Walsum.
Tras la renuncia de Christopher Ross, el Polisario y sus mentores argelinos fueron más favorables a su sustitución por otra personalidad estadounidense debido a que todavía mantienen los malos recuerdos del antiguo mediador holandes, Peter Van Walsum. De hecho antes de pasar la mano a Christopher Ross, el diplomático holandés llegó a la conclusión de que la opción de la independencia del Sahara reclamada por el Polisario era poco realista e inalcanzable.
Köhler que sirvió durante más de 35 años en muchas funciones dentro del gobierno alemán y en las organizaciones internacionales, incluido el FMI (2000-2004) y el BERD (1998-2000), sucede al estadounidense Christopher Ross que prácticamente ha fracasado en su misión de mediación en el conflicto del Sahara occidental.
Rabat acusa a Ross de sesgo a favor de los separatistas del Polisario y sobre todo los gobernantes de Argel con quien mantuvo buenas relaciones desde el momento en que fue embajador de Estados Unidos en Argelia 1988-1991.
La pregunta es si el nuevo enviado personal de Antonio Guterres tendrá éxito donde su predecesor estadounidense no pudo demostrar asegurando una neutralidad objetiva en la delicada tarea que le espera en el Sahara.