Le hizo falta dos semanas de duración a las autoridades de Argel y los mercenarios del Polisario para entrar en razón. Finalmente anunciaron la decisión de poner fin a la detención arbitraria de un ciudadano cuyo único delito es haber expresado públicamente su apoyo al plan de autonomía marroquí. ¿Cuánto tiempo les hara falta, para levantar el asedio que imponen desde hace más de 35 años, a toda la población saharaui obligada a vivir en un espacio desértico caótico. Ahora que la decisión de liberar a Mustafa Salma Ueld Sidi Muludha sido anunciada, los observadores se preguntan si no deja de ser una liberacion hipotética acompañada de condiciones que restrinjen de sus libertades de expresión y sus derechos a la libre circulación. Marruecos,que teme la supresión de los derechos y libertades de Mustafa Salma dio la bienvenida con algunas reservas, la noticia de su liberación.
El hecho de querer liberarlo en la zona de amortiguamiento de Mhiriz dice mucho acerca de las verdaderas intenciones de los gobernantes de la Muradia y el Frente Polisario, los mismos observadores advierten. Viniendo en los últimos meses de Smara para ver a su padre y su familia inmediata en el marco del intercambio de visitas entre familias saharauis en las provincias meridionales del Reino y los de los campamentos de Tinduf, que pilota el Alto Comisionado para los Refugiados, Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud había dejado a su esposa y sus cinco hijos en su hogar en los campamentos de Tinduf. Del mismo modo, antes de su secuestro, desempeñaba el cargo de inspector general de la policía del Polisario. Estos son todos los elementos esenciales de preocupación no sólo de Marruecos sino también la opinión pública internacional que ha seguido desde sus inicios, ésta dura desventura de Ueld Sidi Mulud La primera ronda de ésta batalla fue ganada a través de la movilización y la presión internacional. Ahora le toca a las ONGS dedicadas a la defensa de los derechos humanos y a su cabeza el ACNUR para hacerse cargo en garantizar todos los derechos y libertades de Mustafa Salma, su pequeña familia y todas las otras familias de secuestrados en los campamentos de Tinduf.