De aplazamiento en aplazamiento, las consultas sobre el Sàhara en el Consejo de Seguridad de la ONU, están bloqueadas en la fase de conversaciones preliminares. Incluso el informe del Secretario General Ban Ki-Moon, deberia de presentar este viernes a los quince miembros del Consejo de Seguridad, tarda a ser publicado después de haber sido objeto una fuga interna. Las consultas fueron programadas el viernes, se aplazaron hasta el lunes, 18 de abril, como se indica en un correo electrónico a los periodistas, la misión de Colombia que ostenta la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad durante el mes de abril.
La reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los aspectos técnicos de la MINURSO, que estaba programada para el martes, 12 de abril ha sido empujada de un día debido a la demora de la publicación del informe de Ban Ki-Moon.
El proyecto de resolución sobre la renovación del mandato de la MINURSO, que expira en abril, está haciendo su parte, el tema de difíciles negociaciones en los pasillos diplomáticos de la ONU. Mientras que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad se inclinàn hacia la adopcion del proyecto en su versión anterior, la diplomàcia argelina que hace oficio de portavoz de los separatistas del Polisario y toma en serio su defensa, ha desplegado importantes recursos. Argelia busca a través de su lobby hacer ratificar un proyecto de creación de un mecanismo de vigilancia de los derechos humanos en las provincias del sur de Marruecos, mientras que excluye los campamentos de Tinduf.
Esta batalla llevó el pasado jueves, un alto responsable de los EE.UU. ante la ONU, a señalar que la renovación del mandato de la MINURSO es uno de los «más difíciles y controvertidos».
La renovación del mandato de la MINURSO, argumentó, «es uno de los más difíciles y más controvertidos. Es fastidioso y complicado debido a la divergencia de opiniones en el Consejo.
Por su parte, el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, aseguró a los periodistas que le preguntaban que él era consciente de que «los países están tratando de hablar con la Secretaría de la(ONU) para influir en la redacción de un informe o una materia de una forma u otra. Pero, en última instancia, la Secretaría está haciendo su propia evaluación y escribe su propio lenguaje.»
Las negociaciones en la ONU confirman una vez más que el conflicto del Sáhara Occidental tiene dos protagonistas, Marruecos, que pretende completar su integridad territorial y Argelia, que pretende debilitar a su vecino para imponer su liderazgo en el región y en todo el continente africano.