Un clima de terror reina en los campamentos de Tinduf desde el secuestro, el 23 de octubre, de dos humanitarios españoles y una italiana en la sede del Polisario en Argelia. Con el pretexto de buscar cómplices de los secuestradores en los campamentos saharauis, el Frente Polisario intensifica en realidad la represión contra sus opositores. Decenas de arrestos y otros casos de desapariciones han sido reportados por los saharauis en los campamentos. La desaparición de Bachir Salek El Hissen fue confirmada porque él es el hermano de un dignatario que actúa en nombre del Frente Polisario en Ginebra, portador de un pasaporte argelino. El acoso del popular cantante Najem Allal, prohibido por el Polisario a cantar en los campamentos, y de una docena de disidentes otra parte, es igualmente establecido. El Polisario, que se opone a Marruecos y que revendica desde Argelia la independencia de la región occidental del Sahara, ya ha sido citado varias veces por su mano dura contra sus oponentes. Bayat Zighem, un ex Polisario se unió a la disidencia, dio a conocer en septiembre pasado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) en Ginebra, los abusos del frente contra la población saharaui en Tinduf.
Se indignó en especial que el Frente Polisario continua durante 36 años de imponer a la población saharaui en Tinduf, un régimen estalinista, privándolos de los derechos humanos básicos. El primero de éstos derechos, la libertad de expresión y libertad de movimiento que están totalmente prohibidos por el Polisario. Este estado de anarquía ha sido posible en ausencia de un control internacional y la negativa de los medios occidentales neutrales de acceder a los campamentos de refugiados, que Argelia se niega hasta la fecha el censo. El testimonio de Bayat Zighem fue aún más conmovedor que él mismo formó parte del Frente Polisario antes de distanciarse del mismo.