La frustración de los saharauis que viven en los campamentos de Tinduf bajo el control implacable del Polisario, empuja cada vez màs jóvenes a lanzar en los brazos de los grupos terroristas y las redes criminales que deambulan por la zona sahelo-sahariana.
La constatacion fue presentada por el enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Christopher Ross mismo.
Esta observación tiene valor de advertencia, especialmente porque llega en visperas en de una nueva ronda de conversaciones informales sobre el futuro del Sáhara Occidental. Una región que el Polisario movimiento armado y financiado por Argelia, disputa a Marruecos. La reunión programada durante el mes de febrero en Manhasset, cerca de Nueva York, debe reunir como en otras ocho reuniones anteriores, las delegaciones de Marruecos, el Polisario, Argelia y Mauritania. Y la advertencia de Christopher Ross, parece estar destinada a todos los protagonistas. Para él, «la ausencia de una solución introduce riesgos crecientes para las partes interesadas, la región del Magreb y para (toda) la comunidad internacional».
Entre las principales amenazas que hacen pesar el mantenimiento de los campamentos del Polisario en Argelia, existe el riesgo de creciente «para reclutar a jóvenes saharauis desempleados y frustrados por las bandas criminales o terroristas». La frustración de los saharauis en los campamentos de Tinduf no es nueva, pero muy difícil de hacer aceptar difícil a los màs jóvenes su situación de casi-presos.
Los campamentos de Tinduf albergan en pleno territorio argelino, miles de saharauis que viven bajo el estricto control tanto de las milicias del Polisario y del terrible DRS, los servicios de inteligencia militar argelina. Pero es la falta de libertad de expresión y de movimiento que tiene más enfurecidos a los jóvenes saharauis de Tinduf.