El juicio de los acusados en las violencias mortales de Gdeim Izik, cerca de la ciudad de El Aaiún, se reanuda este viernes ante el tribunal militar de Rabat, donde 24 acusados incurren en graves sanciones por el asesinato de 11 miembros de las fuerzas de seguridad marroquíés. Los hechos remontan a noviembre de 2010, cuando las fuerzas de seguridad procedieron a desmantelar un campamento levantado por los habitàntes de El Aaiún para exigir vivienda y empleo. El campamento se levanto un mes antes y se mantuvieron negociaciones con las autoridades para encontrar soluciones a las demandas de los habitantes. Mientras tanto, activistas simpatizàntes del Polisario, el frente apoyado por Argelia que reclama la independencia del Sáhara Occidental, había tomado poco a poco el control del campamento. Armados con machetes y bombas incendiarias, tomaron rehenes y hicieron del campamento un campo de batalla. Cuando intervinieron para el desmantelamiento del campamento, los elementos de las fuerzas de seguridad, sin armas, se vieron atrapados en una trampa. La mayoría tenían edades comprendidas entre 20 y 24 años y habían sido asignado a tareas de vigilancia y de mantenimiento del orden delante del campamento.
Diez de ellos dejaron la vida, además de un agente de protección civil, la mayoria degollados y horriblemente mutilados y masacrados. Las familias de las víctimas y muchos observadores internacionales no soportaron la violencia de las imágenes de vídeo proyectadas en el juicio el 1ero de febrero. Ahmed Tartour, presidente de la Coordinadora de las familias y amigos de las víctimas (COFAV) le dijo a los medios de comunicación el dolor y la afliccion de los allegados de las victimas. Los cargos de de acusacion de asesinato de los miembros de la fuerzas públicas en el ejercicio de sus funciones y la profanación de un cadáver, se inscribe en el Código de Justicia Militar marroquí. El artículo 3 del Código prevé la posibilidad de hacerle comparecer ante un tribunal militar a civiles acusados de matar soldados y semejantes.