Las autoridades argelinas siguen siendo el blanco de las ONG internacionales a causa de las violaciónes de los derechos humanos que se están cometiendo en Argelia,
además de la prohibición del territorio argelino de las visitas de los defensores de los derechos humanos.
Cinco organizaciones internacionales, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) denunciarón la política de apagón seguido imperturbable por los responsables argelinos durante varios años . Philip Luther, director de Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional, encuentra incomprensible la actitud de Argel. Las utoridades argelinas «no han aceptado las visitas del Relator Especial de la ONU sobre la Tortura y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, a pesar de las reiteradas peticiones,»se indigna.
En una carta conjunta al gobierno argelino y hecha pública en Ginebra, las cinco ONG internacionales que también incluyen a la Federación Internacional de Derechos Humanos ( FIDH) y la Red de Derechos Humanos Euro-Mediterránea (REMDH) condenan esta inquebrantable preclusión. Especialmente la negativa de las autoridades de Argel «durante muchos años de conceder visados de entrada a las ONG de los derechos humanos y la persistencia para obstaculizar el trabajo de los activistas locales de los derechos humanos.»
Eric Goldstein, subdirector de HRW para la región MENA inca el clavo al revelar que «Argelia es el único país de la región que impone restricciones a esas organizaciones de derechos humanos miéntras que visitamos regularmente Marruecos, Libia y Túnez sin obstáculos en general «. Las ONG firmantes de la carta de denuncian esta actitud paradójica de las autoridades argelinas » hostiles a todo examen de su propio registro de los derechos humanos, a sabiendas de que el país es miembro del CDH «.
Los observadores explican esta política deliberada de opacidad por el temor de los generales argelinos de ver las ONG internacionales husmear en los negocios particulares embarazosos para ellos. Dos casos en particular atormentàn los oficiales de alto rango del ejército: las miles de personas que desaparecieron durante la guerra sucia de los años 90 aún no está dilucidado y los campamentos de Tinduf controlados por el Frente Polisario con el apoyo de la Argelia en sus reivindicaciones sobre el Sahara Occidental.