El Polisario parece estar cada vez más cuestionado en su pretensión de representar a los saharauis y se enfrenta a laamenaza de su declive. Este es el testimonio de un investigador de un centro de reflexión y de la influencia europea independiente. La esperanza de avanzar en la solución del conflicto del Sáhara Occidental, que parecía ser comprometida desde el inicio de negociaciones directas en el 2007, el Frente Polisario se atrinchera en la celebración de un referéndum de autodeterminación, de la cuàl ha hecho una condición sine qua non para cualquier crisis, una condición que rechaza Marruecos. El Instituto Tomás More, con sede en Bruselas, autor de una serie de reflexiones y análisis sobre temas relacionados con el Magreb Árabe y el Sahel, ha emitido un análisis concluyente para el Polisario y los medios de comunicación occidentales y las organizaciones no gubernamentales, especialmente el español, a raíz de los sangrientos acontecimientos del 8 de noviembre en El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental.
Antonin Tisseron, Investigador Asociado al Instituto Tomás More, co-autor de un informe publicado en abril del 2010 bajo el título «Por una seguridad duradera en el Magreb: una oportunidad para la región, un compromiso con la Unión Europea», volvió a la carga para librarnosésta vez, una reflexion de fondo sobre, las circunstancias que rodean el desmantelamiento del campamento Gdim Izik y las responsabilidades en éstos trágicos acontecimientos.
A pesar de la conmoción inicial de las autoridades marroquíes para dar prioridad al diálogo, demuestra el autor del informe, varios medios de comunicación occidentales y las ONG han condenado el uso de la fuerza en nombre de los derechos humanos.
Antonin Tisseron observa a éste respecto, rebabas profesionales de los medios de comunicación españoles que han presentado a sus lectores, entre otros, artículos sobre los acontecimientos de El Aaiún, ilustrados con una foto de los niños palestinos heridos en el 2006 por los ataques israelíes, describiéndolos como niños saharauis. En éste caso, señala el investigador, los medios de comunicación en un país democrático, también miembro de la Unión Europea, se han convertido en «un sonido digno de la propaganda de la Guerra Fría, para agitar las pasiones populares con fondo de guerra mediática, es mucho más grave. «
La violencia de éstas reacciones (medios de comunicación españoles) contrasta con la moderación mostrada por el Gobierno español y la ONU, cuyo Consejo de Seguridad «deplora» la violencia en El Aaiún, pero se negó a iniciar una investigación tàn reclamada por el Polisario, que habla de «masacre». En el mismo informe, la radicalización del discurso del Polisario en particular con respecto a Francia, al que acusa de apoyar a Marruecos, se alimenta por una pérdida de influencia del movimiento independentista. La gestión de los medios de comunicación del episodio de El Aaiún por el Polisario, se asemeja a , un fuerte intento de recuperar el control de la disidencia interna, para establecerse como un actor importante en la escena internacional, incluso imponer en la agenda internacional la cuestión saharaui en términos favorables para él.
En conclusión, Antonin Tisseron cree que cuando los protagonistas no llegan a ponerse de acuerdo en las listas electorales y que el bloqueo político e ideológico en los campamentos de refugiados deja poco poco optimismo sobre la capacidad de los saharauis en Argelia de votar libremente, la propuesta marroquí de autonomía en el marco del proceso de regionalización sigue siendo la alternativa más creíble. Actualmente es la única que permite a los protagonistas a escapar de un esquema de suma cero para que todos, incluidos los refugiados que optaron por el exilio, de salir con la cabeza del conflicto.