Tinduf : La receta de enriquecimiento de los mandamàses del Polisario
Los mandamàses del Frente Polisario y su sempieterno líder, Mohamed Abdelaziz no se echan atràs ante nada para llenarse los bolsillos de dinero, incluso a expensas de la supervivencia de miles de niños y mujeres indefensos.
Los líderes del movimiento separatista sin escrúpulos no tienen otras fuentes de enriquecimiento que aprovechar la ayuda humanitaria internacional. Sus intermediarios revenden las donaciones en los mercados negros de Argelia, Mauritania y Malí y desembolsàn los fondos en las cuentas abiertas por los dirigentes del Polisario en el extranjero.
Fuentes oficiales argelinas dan fé del grave deterioro de las condiciones de vida y estado de salud de las mujeres y niños en los campamentos de refugiados de Tinduf, donde las raciones de medicina y de comida se hacen cada gota a gota. El resultado es la población secuestrada durante cuarenta años en la prisión al aire libre, quién paga la nota del pesado tributo de la dictadura de Mohamed Abdelaziz y sus compadres argelinos. Las mujeres y los niños pequeños sufren a causa de los problemas de desnutrición, del retraso de crecimiento, gastritis, y de hipertrofia de la tiroides.
Estas condiciones se ven agravadas por la disminución de la ayuda humanitaria, cuyos países donantes, las ONG y las asociaciones humanitarias han terminado por cerrar la válvula, después de descubrir el mal uso y el frecuente desvio de las ayudas alimentarias y médicas por los mandamàses del Polisario en connivencia y con la complicidad de oficiales del ejército argelino.
Sin embargo, Argelia, cuyos cajas están llenas de petrodólares y que inyecta miles de millones de dólares en armas, podría alimentar a esas bocas hambrientas y sin esperar la ayuda del extranjero. Pero en cambio, los dirigentes argelinos miran para otro lado, para alentar a los saharauis que tienen hambre de estar preocupados con su pan de cada día en lugar de centrarse en la gestion política y securitaria de los campamentos. Las autoridades temen que los refugiados saharauis llenén el vientre y comienzen a exigir sus derechos y percibir cuentas a los dirigentes del Polisario por la lentitud y la mala gestión del proceso de solucion del Sahara, que Argelia utiliza como tarjeta maestra para hacer chantaje al vecino Marruecos y debilitarlo.