Las autoridades de Argel y los dirigentes del Polisario han mal digerido el informe que Human Rights Watch (HRW) ha elaborado sobre la situación de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf y hecho oficial el sábado en Argel.
Incluso si se considera por los observadores y defensores de los derechos humanos, muy propicio a los abusos y graves violaciónes de los derechos humanos tanto en Argelia como en los campamentos de Tinduf, el informe de HRW no fue en absoluto, del gusto de los dirigentes argelinos, por no hablar del Polisario que disputa la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
En su informe titulado «Off the Radar: Derechos humanos en los campos de refugiados de Tinduf» (No en las pantallas: los derechos humanos en los campamentos de refugiados de Tinduf), señala HRW señala la dirección del Polisario por la preponderancia de la práctica la esclavitud, a expensas de las personas de color en los campamentos de Tinduf.
El informe también condena igualmente la continuación de juicios de civiles ante los tribunales militares, que el Polisario utiliza como elemento de disuasión contra sus opositores.
A medida que estos abusos están ocurriendo en territorio argelino, Human Rights Watch no dejó de poner Argelia ante sus responsabilidades como anfitrión de los refugiados saharauis.
HRW instó a Argelia a «reconocer públicamente su responsabilidad legal de garantizar el respeto de los derechos de todas las personas dentro de su territorio», incluyendo aquellos instalados desde hace 40 años en los campamentos de Tinduf.
Incluso si los gobernantes argelinos siempre han negado su implicación y sesgo en la disputa territorial con su vecino marroquí, la ONG estadounidense quiso poner las cosas en claro, levantando cualquier malentendido sobre la parte de la responsabilidad de Argelia en la persistencia de este conflicto territorial y los abusos de los cuàles es victima la población saharaui de Tinduf.
HRW también criticó a los dirigentes de Argelia de no haber hecho nada para poner luz sobre los miles de asesinatos y desapariciones forzadas experimentadas por el país durante la década oscura de 1990.
Hasta el momento, se lamenta Eric Goldstein, responsable de MENA de HRW, «Argelia no ha iniciado este enfoque» mediante la creación de, al igual que Marruecos, de una comisión independiente para hacer justicia y rehabilitar a todas las víctimas de esta represión sin precedentes.