Una reunión sobre del sea dicho «violaciónes de los derechos humanos en el Sahara Occidental», celebrada el pasado jueves en Bruselas, por iniciativa de la diputada española, Paloma López Bermejo del grupo de la izquierda radical, muy conocido por el resto por su hostilidad hacia Marruecos, en última instancia, resultó ser un fiasco.
Presentada por los medios de comunicación argelinos y la APS como una importante conferencia «para defender los derechos de la mujer saharaui y divulgar las prácticas de Marruecos en el Sahara Occidental», en la reunión celebrada en una pequeña habitación en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas (PE) fue moderado por dos mujeres saharauis a sueldo del Polisario, presentadas como dos «activistas saharauis de derechos humanos.»
Las dos activistas enviadas desde los campamentos de Tinduf, finalmente han encontrado un público de aproximadamente veinte partidarios del Polisario generosamente regados por los servicios argelinos. Se prestaron con torpeza durante una hora, un monólogo sobre el supuesto «sufrimiento del pueblo» y las «atrocidades» a los derechos humanos en el Sahara Occidental.
Por el contrario, dos activistas saharauis han sobresalido en sus invectivas contra Marruecos y los marroquíes, buscando en vano de empañar, a toda costa, la imagen de marca del Reino.
Las cosas han resultado francamente ridículas cuando, después de la reunión, los organizadores tuvieron la desafortunada idea de invitar a las partes interesadas a una rueda de prensa. Pero para el asombro de la audiencia, ningún periodista había aparecido en el salón de actos del Parlamento Europeo, donde se llevaría a cabo la conferencia de prensa.
Para bajar el telón de esta escena de desolación, la diputada ibérica Paloma López anunció a toda prisa, el final de la rueda de prensa, diciendo que el tiempo de ocupación de las plazas de asiento en el parlamento estaba saturado.
La ironía es que al final de este circo, las dos sea dicho «activistas saharauis» se dieron en otro espectáculo en un pasillo del parlamento, intercambiando en voz alta, el lloriqueo y recriminaciones sobre los «gastos de viaje» de los billetes de avión, a unos cientos de euros, que no les fueron reembolsados. Fue necesaria la intervención de un enmarcador del Polisario para poner fin a este golpeteo.
Preguntado sobre este triste espectáculo, un eurodiputado señaló a la conclusión de que los argumentos falaces y propaganda estéril del Polisario ya no interesa a nadie.