Horst Köhler, Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, informó el miércoles a los miembros del Consejo de Seguridad sobre la continuación de su misión, en un contexto marcado por la creencia general de que no hay solución posible sin la participación de Argelia, que está en el origen de este conflicto y que es el patrocinador del movimiento separatista del polisario.
Expresándose al final de esta primera consulta, que se celebra antes de una nueva reunión del Consejo de Seguridad en octubre, el Embajador británico Jonathan Allen, cuyo país preside el Consejo durante el mes de agosto, no entró en los detalles de los intercambios entre Köhler y los miembros del Consejo.
El diplomático británico, sin embargo, dijo que Horst Köhler recibió el apoyo del Consejo por sus intentos de «unir a las partes antes de fin de año».
Los miembros del Consejo «todos han subrayado la importancia de las consultas con todas las partes interesadas», insistió Allen, agregando que el ex presidente alemán «ha captado el mensaje de la necesidad de celebrar consultas previas y reforzadas con todos las partes».
Una insistencia que se refiere al requisito establecido por Marruecos para que el Reino sea consultado antes de cualquier paso y que Argelia esté asociada a las consultas, de conformidad con la Resolución 2414 del Consejo de Seguridad.
Adoptada el 27 de abril de 2018, la resolución 2414 hace un llamamiento a los países vecinos, en este caso Argelia, para que «hagan una contribución importante al proceso y se comprometan más firmemente a avanzar hacia la solución política».
En la misma resolución, los miembros del Consejo de Seguridad apoyaron por unanimidad una solución política «realista, pragmática y basada en compromisos». Y muchos de entre estos países apoyan firmemente la propuesta marroquí de autonomía como una solución seria, creíble y sostenible al conflicto entorno al Sahara.