El ministro de asuntos exteriores japonés, Tao Kono desenmascaró este sábado la impostura de la diplomacia argelina que permitió a los miembros del Polisario entrara en Japón con pasaportes diplomáticos argelinos para asistir a una reunión preparatoria ministerial. Conferencia Internacional de Tokio para el Desarrollo en África (TICAD VII), celebrada en Tokio.
El jefe de la diplomacia japonesa ha confirmado que miembros del frente separatista saharaui, el Polisario que estuvieron presentes el pasado sábado en la reunión ministerial preparatoria en Ticad VII, organizada conjuntamente por Japón y la Unión Africana (UA), entraron efectivamente en Japón pero con pasaportes diplomáticos argelinos.
Efectivamente, los miembros del Polisario lograron entrar en Japón gracias a pasaportes argelinos y pudieron acceder a la reunión ministerial con las insignias obtenidas con la asistencia argelina, ante la comisión de la Unión Africana (UA).
El jefe de la diplomacia japonesa Taro Kono reaccionó fuertemente a esta intrusión, y acaloradamente denunciado este subterfugio, sabiendo que la supuesta república del sahara (RASD) proclamada por el Polisario no es reconocida por Japón, o por cualquier gran capital en el mundo en otra parte.
Como protesta por la presencia de estos «intrusos no deseados» en la reunión ministerial de la TICAD, la delegación marroquí encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Nasser Burita, simplemente abandonó la sala de reuniones, lo que hizo reaccionar al diplomático jefe del país anfitrión.
Tras esta retirada, dijo Taro Kono en el pleno, en términos que pusieron en un gran aprieto a los miembros del Polisario y a los diplomáticos argelinos: «Me gustaría anunciar que a pesar de que un grupo que pretende ser estado que Japón no reconoce, se sienta en esta sala, esto no significa de ninguna manera, que Japón reconoce, implícita o explícitamente, a este grupo como un estado».
Para ser más claro sobre el engaño del Polisario y la diplomacia argelina, el ministro japonés, argumentó que no se le permite a los delegados mostrar sus nombres y banderas de sus países, excepto los de la Unión África y Japón como co-convocantes de la conferencia ministerial, advirtiendo que cualquier persona que «interrumpa esta orden» deberá retirarse.
El país anfitrión considera esta acción como un engaño que no cambia su posición sobre el tema del Sahara.
Es claro, por lo tanto, que Japón no ha enviado una invitación a ningún miembro de la Unión Africana que no sea un estado soberano, reconocido como tal por la comunidad internacional, y la presencia de miembros del Polisario en Tokio, Es una chapuza de una diplomacia argelina en declive que busca hacer una flecha de todas las maderas.