Por enésima vez, una organizacion internacional de defensa de los derechos humanos sube al podio para protestar contra la anarquía en los campamentos de Tinduf, en territorio argelino. En su último informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, Amnistía Internacional (AI) ha examinado el caso del pueblo saharaui secuestrado desde hace 35 años en los campamentos de Tinduf, una especie de cárcel abierta . Amnistía denuncia en particular la impunidad de la cuàl gozan los verdugos del Polisario, los violadores de los derechos humanos en estos campamentos a los ojos pasivos y complices de las autoridades argelinas.
Amnistía lamenta en su informe que a pesar de todas las llamadas de advertencia emitidas en este sentido, no se tomaron medidas «para poner fin a la impunidad que beneficia aquellos que eran acusados de cometer abusos contra los derechos humanos en los campamentos durante los años 1970 y «1980.
La Organización Internacional para la Defensa de los Derechos Humanos, con sede en Londres, recuerda uno de los últimos casos de éstas violaciónes, el de el ex jefe de policía del Polisario, injustamente detenido y expulsado manu-militari del territorio argelino a Mauritania. AI recuerda que el pasado 21 de septiembre «responsables del Polisario arrestaron a Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud que se había espresado públicamente a favor de un estatuto de autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí».
Amnistía considera a éste proposito que » el apoyo pacifico al plan de autonomía (presentada por Marruecos) no debe ser visto como un acto que justifica las restricciones a la libertad de expresión».
Amnistía Internacional hace por otro lado asumir al gobierno de Argelia, como país anfitrión de los campamentos de Tinduf, «la responsabilidad de garantizar el respeto del derecho a la libertad de expresión en su territorio.» Por no hablar de la libertad de movimiento que se niega a miles de saharauis encerrados en los campamentos de Tinduf, que no pueden salir sin un permiso especial de la dirección del Polisario. La autorización sólo se concede previa consulta y aprobación de las autoridades argelinas, especialmente al salir de la frontera de Argelia. Al parecer algunos saharauis que lograron escapar de éste infierno para ir aMarruecos, la situación en estos campamentos se asemeja inquietantemente a la que existia en los centros de concentración nazis.