El disidente delPolisario Mustafa Salma es un caso revelador de las violaciónes sistemáticas de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf. Campamentos que son controlados por una mano de hierro por el Polisario, con la bendición de Argelia, el país anfitrión del movimiento, y de donde fue brutalmente expulsado Mustafa Salma lejos de sus hijos y de su familia. El imperdonable «pecado», que le ha costado al ex-responsable del Polisario la expulsión de los campamentos de Tinduf a Mauritania bajo la supervisión del ACNUR, ha sido su apoyo expresado públicamente a favor al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Después de meses de paciencia en Nuakchott, Mustafa Salma se cansó de esta espera con una salida improbable y decidio protestar con una sentada en abierto frente a la oficina del ACNUR en la capital Mauritana.
Después de casi un mes de sit-in, recibió el apoyo de un grupo representativo de asociaciones y personalidades de la sociedad civil, que se unierón a su lucha para reunirse con su familia en los campamentos de Tinduf. La visita de éste grupo ha sido una ocasión para recordar el Alto Comisionado para los Refugiados de la responsabilidad en la investigación, con el Polisario y Argelia, de una solución a la cuestión de carácter humanitario. El objetivo es permitir a Mustafa Salma unirse, como lo desea, con sus hijos y otros familiares que aún permanecen retenidos en los campamentos de Tinduf. El grupo de solidaridad consideró que esta lucha releva igualmente de la responsabilidad de las ONGS internacionales que ya fueron movilizados, en especial Amnistía Internacional y Human Rights Watch, hasta la liberación de Mustafa Salma de las manos del Polisario en diciembre de 2010. Ahora el objetivo es organizar una nueva movilización de los defensores de los derechos humanos para permitir al disidente a reunirse con su familia y garantizar, como el resto de la población saharaui en Tinduf, el derecho a la libertad de expresión y de movimiento.