Diplomáticos argelinos en Ginebra tuvieron que morder en la arena al escuchar el embajador de Marruecos ante la ONU, Omar Hilal cantarles en la cara sus cuatro verdades que desagradan al palacio de Al-Muradia.
En su derecho de réplica tras la intervención del diplomático argelino durante el debate general del Consejo de Derechos Humanos (CDH) en Ginebra, Omar Hilal hizo el martes, uso de un tono franco, pero inusual.
Llamó de inmediato, de «mentira del siglo «los propósitos del embajador argelino atribuyendo a su pais la condición de observador en el conflicto territorial entre Argelia a Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
El embajador de Argelia hizo al principio del día del martes, una declaración dedicada íntegramente al Sahara marroquí, acusando a Marruecos de «abusos diarios de los derechos humanos» en las provincias del sur.
El embajador de Marruecos no ha sido capaz de retenerse, como lo quiere el protocolo diplomático y se desboco contra su su homólogo argelino mediante el bombardeo de preguntas como: «¿Quién creó el Polisario? Es Argelia. Quién alberga el Polisario ? Es Argelia. ¿Quién financia el Polisario ? Es Argelia. ¿Quién Arma el Polisario ? También es Argelia».
Una interpelación en plena sesión del CDH dejó mudos a los miembros de la delegación de Argelia en Ginebra.
Omar Hilal condujo incó la uña un poco más al preguntar: «¿Quién dirige la campaña diplomática del Polisario moviliza y finància las ONG en Ginebra? Es bien los diplomáticos argelinos, como todos podemos ver en los pasillos del Palacio de las Naciones», ha argumentado.
En respuesta al diplomático argelino que se erigió ante el CDH como defensor de los derechos humanos en el Sáhara Occidental , Omar Hilal dijo que, contrariamente a lo que sucede en Argelia, incluyendo la ciudad de Ghardaya es la ilustración perfecta de la inestabilidad y de anarquía, las ciudades del Sahara marroquí «y sin ánimo de ofender al embajador argelino» vivén en paz y sus habitantes vagan en silencio acerca de sus vidas diarias.
El Sáhara marroquí, está abierta a los visitantes extranjeros originarios de gobiernos, parlamentos, las organizaciones no gubernamentales, periodistas y los procedimientos especiales de la ONU, dijo, cuestionando su homólogo si Argelia podría hacer lo mismo. Lo que no está tan seguro, porque, recuerda Omar Hilal, el Relator Especial sobre la tortura espera en vano desde hace una década poder visitar Argelia.
A diferencia de Marruecos, continuó, en Argelia la libertad de expresión está amordazada diario, los periodistas perseguidos, los canales de TV cerradosy la libertad de reunión y de manifestación reprimida por miles de policías .
Y el diplomático marroquí de concluir diciendo que Argelia como tal, es el último país a poder hablar de derechos humanos ante nuestro Consejo, mientras que esos derechos se están muriendo en este país.