Sahara Occidental: El doble lenguaje de los Españoles

polisario-espagne-confHombres políticos e intelectuales españoles tomaron la costumbre de tener para con sus vecinos del sur, un doble lenguaje calibrado para satisfacer sus intereses.
Cuando se trata de detener la inmigración ilegal o para permitir el acceso de la flota pesquera española a zonas de pesca marroquí, Marruecos es visto como un buen socio. Pero cuando se trata de su soberanía y su integridad territorial (enclaves de Ceuta y Melilla, el Sáhara Occidental), estas mismas personas a cambiar el tono y se ponen en el lado contrario.
Este es precisamente el caso de un grupo de universidades públicas españolas que organizan una conferencia sobre el Sáhara Occidental el 4 y 5 de abril en Madrid y cuya presidencia de debates fue asignada al llamado Primer Ministro de la RASD Abdelkader Taleb Oumar quién ocupa este cargo desde 2003.
Los organizadores de la reunión han rechazado en el último minuto sin mucha explicación, las solicitudes de participación de cinco universidades de Marruecos, bajo el pretexto de que los trámites de organización se habían completado antes del 24 de marzo, la fecha de envío de las solicitudes por la Facultad de Derecho de Mohammed V de Rabat-Agdal.
En la segunda correspondencia, el rectorado de la Facultad de Rabat juzga poco convincentes las justificaciones de los organizadores, sólo ha podído deplorar la actitud inadecuada y descortés de las universidades españolas con respecto a los profesores marroquíes investigadores interesados en un intercambio de opiniones en un debate académico que trata de un tema que interesa en primer lugar a todos los marroquíes.
Como reacción a la exclusión de la universidad marroquí por los organizadores de la Conferencia de Madrid, uno de los cinco catedràticos, Hanin Mohamed calificó la decisión de antecedente lamentable en los anales universitarios y un acto contrario a las costumbres y tradiciones del interuniversitario .
El Dr. Mohamed Hanin no ha dejado de denunciar el hecho de que las universidades públicas españolas se ponen al servicio de la agenda política de los partidos conocidos por su fuerte hostilidad desenfrenada cara con Marruecos y de su integridad territorial.

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