El informe de la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude) sobre el desvío por el Polisario y las autoridades argelinas de la ayuda humanitaria a la población de Tinduf, sigue despertando indignación y hasta en el seno del Parlamento Europeo donde estas revelaciones fueron calificadas de «escándalo».
Es un «escándalo de primer orden», dijo la presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, Ingeborg Grassle. «Es indignante de hacer pagar a la población en los campamentos de Tinduf, el acceso a la ayuda humanitaria que la UE les acuerda graciosamente «, se ha indignado la eurodiputada durante una reunión de la Comisión en Bruselas.
Grassle se refirió a las revelaciones de la investigación de la OLAF que reportan los procesos de desvios utilizados por el Polisario y las autoridades argelinas para a los habitantes de los campamentos que fueron ofrecidos por la asistencia humanitaria internacional.
La encuesta europea de hecho había revelado la existencia de una filial operando de acuerdo con los métodos de la mafia, bajo las órdenes de responsables argelinos y dirigentes del Polisario, el movimiento armado por Argelia, que compite con Marruecos la soberanía sobre la región del Sahara Occidental.
El desvio comienza con la llegada de la ayuda internacional al puerto argelino de Orán. Es a partir de este puerto donde se realizaba la seleccion entre los productos alimenticios de base que eran distribuidos a los habitantes de los campamentos, y los productos de mejor calidad que fueron desviados antes de ser vendidos a la misma población o en otros mercados.
Así, los productos de ayuda humanitaria con frecuencia se encontraban a la venta en los mercados de Argelia, Mauritania y Malí, incluso a través de las redes de trata que deambulan por las zonas desérticas del Sahara y el Sahel.
Lo peor de las revelaciones hechas por la investigación de la OLAF es que estos desvios masivos y sistemáticos continuarón durante años. La Oficina Europea atribuye estos desvios a la exageración del número de saharauis presentes en los campamentos de Tinduf, donde Argelia se opone firmemente al censo como lo exige la ONU desde hace muchos años.