El caso del disidente del Polisario, Mustafa Salma, detenido en régimen de incomunicación desde el 21 de septiembre por haber llamado al diálogo con Marruecos sobre la base del plan de autonomía para el Sahara, ha resurgido en el debate del Parlamento Europeo sobre la cuestión del Sáhara Occidental.
En una resolución aprobada el jueves 25 de noviembre, los diputados Europeos han «condenado firmemente» la violencia, del 8 de noviembre en la ciudad de El Aaiún. Pero evitarón cuidadosamente señalar con el dedo a los instigadores y el contexto de ésta conspiración. Una injusticia denunciada por la eurodiputada belga Frédérique Ries. La diputada de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa (ALDE) lamentó «la falta de equilibrio en éste contexto.» Hubiera sido más apropiado que «también se evocara el destino de Mustafa Salma, este disidente del Frente Polisario, que fue secuestrado por atreverse a llamar al diálogo».
«Hablamos de los derechos humanos es evidente, pero no para todos, es lamentable. No hay, en éste conflicto, que culpables de un lado y inocentes por otro. » Hay «una responsabilidad compartida en la búsqueda de una solución ahora que sea justa, realista y sostenible, de todos los implicados, y cuando digo todos los implicados, hablo de Marruecos, del Polisario, pero hablo también de Argelia, un implicado clave «que» se menciona unicamente hasta la última palabra de nuestra resolución «, se lamentó la eurodiputada.
Por su parte, el eurodiputado francés Gilles Pargneaux, del Grupo S & D, hizo hincapié en la necesidad de «volver a lo básico, con la resolución 1920, adoptada por unanimidad por las Naciones Unidas, que trata de poner sobre la mesa la cuestión de la autonomía propuesta por Marruecos «en el Sahara.