Desde el pasado sábado, 12 de mayo una caravana de ayuda humanitaria se dirige hacia el norte de Malí, todavía controlado por los rebeldes tuaregs. Es el Consejo Superior Islámico de Malí (HCIM) quién la coordina. A raiz de la ceremonia de partida del convoy, que se celebró en el Estadio del 26 de marzo de Yirimadio a Bamako, varias ONGS y asociaciones colaboradoras del HCIM estaban presentes. El convoy está formado por una docena de vehículos, transportando cerca de 180 toneladas de diversos productos en total, entre los que se pueden encontrar alimentos, medicinas y muchas otras provisiones. Normalmente, debe llegar a la ciudad de Kidal, que es el destino final,en el plazo de una semana. De acuerdo con las explicaciones detalladas de Abubacar Camara, presidente de la comisión de «Solidaridad con el Norte» del HCIM, las poblaciones de Gao, Tombuctú y de Kidal, tres puntos por los que el convoy pasara, reciben respectivamente 80, 60 y 40 toneladas de provisiones.
Las autoridades del HCIM y de otras ONGS que han contribuido a la preparación de este convoy, permanecen sin embargo preocupados por la inseguridad y la inestabilidad en el norte de Malí, que podría afectar la llegada de la ayuda a su destino. Por lo tanto, al ser una estructura de denominación religiosa, el viaje fue precedido por algunas lecturas de versos del Corán. El Presidente del HCIM, Alhaj Mahmud Dicko, también aprovechó la oportunidad para llamar a los rebeldes a «contenerse», un mensaje enviado después de enterarse de la profanación de un mausoleo en Tombuctú. La situación humanitaria en el norte de Malí preocupa al màs alto nivel las instancias internacionales, y el ACNUR se ha públicamente ocupado de la cuestión, pidiendo que se haga lo necesario para que podamos evitar una interrupción del suministro a las personas que se encuentran en zonas de riesgo por lo que el riesgo de morir de hambre sea evitado con la llegada del verano.