El Departamento de Estado de Estados Unidos ha publicado su informe de 2015 sobre la esclavitud y la trata de personas en el mundo, en el que Argelia se encuentra en la parte baja de la clasificación, mientras que la situación en Marruecos está mejorando.
El informe del Departamento de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, titulado «Trata de Personas 2015» ha clasificado a Argelia en el grupo de países donde estas prácticas están en constante desarrollo y donde los regimenes no emprenden absolutamente nada para luchar contra ella.
Argelia es parte de acuerdo con este informe, la categoría de Grupo 3, que también incluye a Corea del Norte, Zimbabwe, Irán, Venezuela, Siria y Yemen. Este grupo ocupa los últimos lugares entre los 188 países incluidos en el ranking mundial.
Si Marruecos se clasifica en la categoría 2, junto con Portugal, Malasia, Arabia Saudí, Kenia o de Cuba que viene de normalizar las relaciones con Estados Unidos después de una larga ruptura diplomática, es de otro modo para el vecino de Argelia.
El informe señala una mejora gradual de la clasificación de Marruecos, y los esfuerzos del gobierno y la sociedad civil en la lucha contra la trata de seres humanos en todas sus formas.
Sin embargo, el Departamento de Estado de Estados Unidos acusa a Argelia y otros países de su grupo, por no cumplir con los estándares mínimos internacionales y de no hacer un «esfuerzo» en la lucha contra la trata de seres humanos .
También toma nota de la total indiferencia de las autoridades argelinas a las víctimas de la esclavitud, la trata de víctimas de redes de tráfico sexual, el contrabando y la inmigración ilegal.
El caso de Argelia, a pesar de que el informe no menciona, se ve agravado por la situación en los campamentos de refugiados de Tinduf, donde la práctica de la esclavitud es un lugar común, como lo demuestra un documental filmado «Stolen», rodado en secreto en los campamentos de Tinduf por dos australianos Violeta Ayala (origen boliviano) y Dan Fallshaw.
La película documental que hizo las vuelta de las salas de cine en varios países del mundo, expone la práctica de la esclavitud, muy extendida en los campamentos de Tinduf, bajo la mirada pasiva de las autoridades de ese país.
Durante el rodaje, los dos activistas australianos, aunque habían apoyado durante mucho tiempo la tésis separatista del Polisario, se sorprendieron cuando durante el rodaje, por la milicia del Polisario, que los metió en la cárcel. Fueron puestos en libertad gracias a la presión internacional sobre el régimen argelino.
El documental, sera escondido, a pesar de los chacheos, gracias a un contrabandista que transportó las bobinas a Mauritania.