Los dirigentes del Polisario ya no pueden ocultar su terror al final de la 5ª cumbre de la Unión Africana y la Unión Europea celebrada la semana pasada en Abiyán, donde tuvieron el único consuelo de obtener un puesto entre los participantes, a pesar de la oposición de Marruecos y Costa de Marfil.
Pero, lo que más preocupa en la sede del Polisario en Rabuni, dice un disidente por teléfono, es especialmente el acercamiento inesperado entre Marruecos y Sudáfrica, uno de sus principales apoyo en África, gracias a la histórica reunión en Abiyán entre el Rey Mohammed VI y el Presidente Jacob Zuma y el Presidente del Congreso Nacional Africano (ANC en el poder).
Los dos jefes de Estado decidieron de hecho restaurar las relaciones diplomáticas entre los dos países y relanzar su cooperación bilateral, que marca el terreno para una futura retirada por parte de Pretoria de su reconocimiento de la llamada república saharaui «RASD».
Esta estandarización puede arriesgar a otros países del sur de África a seguir los pasos de Pretoria y acercarse al Reino jerife para disgusto del Polisario y de sus patrocinadores argelinos.
Este domingo, Jacob Zuma dijo a los medios locales que «Marruecos es un país africano con el que necesitamos tener relaciones». Confiesa que nunca tuvo problemas con sus homólogos marroquíes, pero fueron ellos quienes decidieron de llamar a su embajador y romper relaciones con Pretoria.
Los marroquíes «nos han ayudado mucho», insistió, recordando el respeto particular de Nelson Mandela por el apoyo de Marruecos al pueblo sudafricano y al ANC durante su lucha contra el régimen del apartheid.
Desde que regresó a la Unión Africana en enero de 2017 y solicitó ser miembro de la CEDEAO, Marruecos ha cambiado de postura al poner fin a su política de silla vacía y al colocar su diplomacia en una posición ofensiva para defender mejor el dossier de su Sahara en África, cortando así la hierba bajo los pies de los separatistas saharauis.
Ahora Marruecos se ha convertido en un jugador importante con el que debemos confiar y con el cual hay que componer sobre tablero de ajedrez africano.