Recientemente ha surgido un nuevo movimiento de protesta en los campamentos de Tinduf, cuya población se ve obligada a sobrevivir gracias a la ayuda humanitaria internacional, por tanto sistemáticamente desviada por los caciques del Frente Polisario y sus notables. Quince meses después de su nombramiento como jefe del Polisario, Brahim Ghali, que ya es objeto de una orden de arresto emitida por los tribunales españoles por «tortura, secuestro y violación», es cada vez más cuestionada tanto por los jóvenes ociosos saharauis como por antiguos cuadros del Polisario. Recientemente Ghali y compañía han sido cogidos desprevenidamente mediante la creación de un movimiento de oposición llamado «Iniciativa Saharaui para el Cambio» (ISC), especialmente dos de sus miembros fundadores son parientes de altos ejecutivos del Polisario y residentes en Tinduf y actúan abiertamente. Estos son Ouallad Mussa, que no es otro que el primo de M’Hamed Khadad, coordinador con la MINURSO, El Hadj Ahmed Barakallah, hermano de Ahmed Bukhari, representante del Polisario ante la ONU y ex supuestamente «Ministro a cargo de América Latina» y Hdih Abouiha, hermano del segundo hombre de la «diplomacia» del Polisario, que firmaron el documento que establece este movimiento y se presentan como coordinadores de la ICS.
Los nuevos oponentes están denuncian la situación convertida insoportable desde largo tiempo en los campamentos y exigen un cambio en la gestión de los campamentos con mayor igualdad, justicia y libertad.
El nuevo movimiento saharaui corren ya el riesgo de ser asfixiados in situ por los apparatchiks de la oligarquía Argelina y del Polisario, como fue el caso de muchos otros movimientos, lo más llamativo fue la intifada de 1988.
Para acabar con la corrupción y múltiples abusos y privaciones a los que están sujetos, la población saharaui en Tinduf no tienen otra opción que seguir el ejemplo de Mozambique y Venezuela, donde las poblaciones descendieron en masa a las calles, para exigir la salida de los déspotas que les dirigen Robert Mugabe y Nicolás Maduro Moros.