El congresista demócrata John Conyers, famoso por ser uno de los más fervientes defensores del Polisario en los Estados Unidos, fue obligado a renunciar el pasado martes, bajo la presión de su partido después de haber sido acusado de acoso sexual por parte de su ex colaboradores.
Tras el estallido del escándalo sexual, el demócrata y decano de la Cámara de Representantes, John Conyers, de 88 años, que servía las tésis separatista del Polisario, hace actualmente la portada de los periódicos estadounidenses e internacionales.
Antes de este escándalo, Conyers no tenía más remedio que renunciar a la cámara baja del Congreso, donde representó a una circunscripción en Detroit desde 1965 y que ocupaba además el puesto de jefe de la minoría demócrata en el Comité de los Asuntos Judiciales. Pero en vez de hablar de una renuncia, Conyers utilizó el eufemismo de retirarse.
«Me retiro hoy», dijo a una estación de radio local de Detroit desde el hospital donde ingresó la semana pasada. Más tarde, su colega Sheila Jackson Lee leyó su carta de renuncia en el hemiciclo de la Cámara.
Sus acciones duraron años, según los colaboradores que fueron víctimas de su acoso sexual.
Se dice que John Conyers pagó 27,000 $ en 2015 para comprar el silencio de uno de sus ex colegas en el parlamento que la acusó de despedirla por rechazar sus avances.
El Congreso lanzó una investigación interna para arrojar luz sobre este escándalo y las prácticas poco saludables del miembro principal del Congreso de los EE. UU.
El que se decía el campeón de la lucha por los derechos civiles de los negros, pone hoy fin a la controversia, en su larga carrera política en la que trabajó junto a figuras de renombre, como Martin Luther King Jr y Rosa Parks.