Pasar del estatuto de organo informativo a aquél de la difamacion se ha convertido en algo frecuente para los medios de comunicación españoles. Una verdadera trampa en la cuàl cayó la agencia oficial de noticias española «EFE», arrastràndo con ella a un montón de titulares españoles. A falta de imágenes sobre la violencia de El Aaiún va en la dirección de su sesgo en contra de Marruecos, EFE no ha encontrado nada mejor que recurrir a los sitios electrónicos y los bloggers del Polisario y sus partidarios. Sin ningún tipo de precaución, los periodistas de la agencia simplemente han tomado una foto de los niños palestinos heridos en la cabeza durante un ataque israelí en junio del 2006, pasando a la de los niños heridos en El Aaiún en noviembre del 2010 . La foto fue tomada de inmediato por los titulares en la prensa española, sin ninguna verificación.
Prácticas que, son habituales en toidas las salas de redacciones. Este es sólo un ejemplo entre otros muchos de la inclinación manifiesta a la desinformación de los medios de comunicación españoles, sino tambiénde los medios de comunicación argelinos no rinden ningún respeto a sus lectores o a su público. Està foto fue tomada por el diario El País, El Mundo, así como los periódicos electrónicos como » El Semanal Digital «, la publicación gratuita «Qué» y otros suscriptores de medios de comunicación extranjeros a EFE. Estàs prácticas cargadas de animosidad gratuita de partidos tomadosde se basa en la falsificación deliberada de la realidad y los hechos, han sido enérgicamente denunciados por Marruecos. El Ministerio marroquí de Comunicación ha lamentado los excesos de los corresponsales de la prensa española en Marruecos, que se refieren a acontecimientos totalmente imaginarios, al igual que cientos de cadáveres fueron arrojados en las calles de la ciudad.
Estos mismos corresponsales que no pronunciado una palabra sobre la terrible violencia de algunos elementos pro-Polisario, que asesinarón y destriparón a 12 miembros de las fuerzas de seguridad.Estos ultimos, habían recibido la orden de actuar con máxima moderación cara a las hordas de profesionales, entrenados para matar y saquear sin misericordia.