Repugnante. Difícil de describir estas imágenes que muestran un sanguinaerio asesino orinar sobre el cuerpo de un miembro de las fuerzas de seguridad que viene de ser fríamente degollado. Hay que que armarse de mucho valor para seguir visionàndo las secuencias de lo espeluznànte. Este video es una muestra de la violencia extrema a la cuàl se entregaron el 8 de noviembre en la ciudad de El Aaiún,las bandas entrenadas en la acción subversiva y la destrucción. Frente a ellos, los elementos de las fuerzas de seguridad y de proteccion civil sin armas, con instrucciones para restablecer el orden con el mínimo daño posible y la máxima moderación. No tenían idea de que se trataba de grupos específicos, entrenados en los campamentos del Polisario en Argelia, en el uso de artefactos incendiarios, cockteles molotov y una variedad de armas. Desde que el campamentode lona de Gdeim Izik se construyó fuera de la ciudad de El Aaiún, las autoridades marroquíes habían preferido un diálogo para atender las demandas sociales de los manifestantes. Pero rápidamente se hizo evidente que el campamento había caído bajo el dominio de bandas bien entrenadas, que serviàn de agenda política del Frente Polisario y su padrino Argelino.
Bien organizadas, éstas bandas han comenzado a detener a las personas que deseaban abandonar el campamento. Por último, las autoridades intervinieron para desmantelar el campamento, tomando todas las precauciones para preservar la integridad física de las personas que fueron tomados como rehenes, sin el uso de armas, ya sea en el campamento ni durante los actos de destrucción salvaje y vandalismo que se produjeron en la ciudad. El resultado de ésta confrontación desigual en sus intenciones y en su camino está ahí para dar testimonio: ni una sola bala ha sido disparada por las fuerzas de seguridad marroquíes. Sin embargo, éstas mismas fuerzas deploraron 10 muertos, todos salvaje y brutalmente asesinados, entre ellos un miembro de la protección civil, y más de 70 heridos.