Los campamentos de Tinduf, en poder del Frente Polisario en Argelia, es una inmensa prisión a cielo abierto, donde la población saharaui privada de la libertad de movimiento y expresión. Estas son las conclusiones de la conferencia del 16 de marzo en Ginebra, en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La prueba de esta negación de la libertad queda ilustrada por el caso de los disidentes del Polisario, Mustafa Salma, quién fue encarcelado y torturado antes de ser expulsado por haber simplemente expresado su creencia, contraria a la dirección del frente separatista.
El ex responsable del Polisario había apoyado públicamente la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, provocando de inmediato la ira del Polisario y Argelia. Liberado bajo la presión de las ONGS y de los medios de comunicación internacionales, Mustafa Salma fue enviado finalmente de vuelta a Mauritania. Aun todavía está esperando que se le permita recuperar a sus hijos y su familia que permanecen en los campamentos de Tinduf.
En Ginebra, los participantes de la conferencia han citado los informes de organismos independientes, incluido el «Comité de EE.UU. para los Refugiados y Migrantes» en el 2010. La población saharaui que vive en los campamentos de Tinduf, según estos informes, no se le permite fluir libremente. No es libre de expresar opiniones distintas a las del Polisario y de Argelia sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Además, Argelia y el Polisario opuestos sistemáticamente a cualquier censo de población beneficiaria de la ayuda internacional, a pesar de la insistencia del ACNUR. La situación de los campamentos saharauis es aún más precaria, ya que no se les permite tener un empleo remunerado en el país de acogida, Argelia. Además, tenidos en cuenta estos informes, la situación de los campamentos de Tinduf es en sí misma una violación flagrante del derecho internacional y de las convenciones internacionales. Su administración es en efecto asegurado no por Argelia, sino por un movimiento, el Frente Polisario sobre el territorio de un estado soberano.