La situación de la población saharaui que sigue languideciendo durante décadas en los campamentos de Tinduf en Argelia, bajo las garras despiadadas del Polisario, ha sido denunciada de nuevo en Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ( Comité de Derechos Humanos).
Este Estatus-quo cinico impuesto a generaciónes de saharauis que sirve inconfesables cálculos políticos de la región, ha sido desvelado el 11 de marzo ante la CDH por la acción de la Unión de Mujeres (UAF). Hajbuha Zubair, representante de la UAF en sí de origen saharaui, denunció el aislamiento en que se encuentran los campamentos de Tinduf, lejos de los ojos de los observadores internacionales y de los medios de comunicación independientes.
Una situación que iba a trivializar el abuso del Frente Polisario contra el pueblo saharaui y la violación de sus derechos fundamentales. A la cabeza de éstos derechos violados, el de la libertad de expresión y movimiento. De hecho, los desplazamientos de los saharauis en los campamentos están estrictamente regulados, mientras que las salidas de los campamentos obedecen a autorizaciones miradas con lupa y, destiladas a cuenta gotas.
Està vuelta de tuerca realizad por el Polisario para hacer frente las crecientes protestas de los saharauis contra las estancadas negociaciones sobre el Sáhara Occidental. La oposición de los jóvenes a los dirigentes del Polisario ha aumentado sobre todo desde que Marruecos ha puesto sobre la mesa su propuesta de autonomía.
La represión de las voces disonantes también, ha redoblado con la persecución repetida y el encarcelamiento de cualquiera que se atreva a apoyar éste plan. El disidente Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud, un ex alto cargo del Polisario, que fue expulsado de los campamentos de Tinduf por haber defendido la propuesta de autonomía, se ha convertido hoy en el héroe emblemático de ésta juventud rebelde.