Las vacaciones de verano de las cuàles disfrutan cada año los niños saharauis de los campamentos de Tinduf con familias de acogida en España, Francia, Italia o en otros lugares, se transforman como milagro en una campaña de propaganda pro-Polisario y anti-marroquí.
El Polisario a menudo utiliza métodos y prácticas poco ortodoxas en su guerra diplomática que reserva a Marruecos entorno al Sahara Occidental.
Uno de estos métodos es enviar cada año como parte de un programa de verano llamado «Vacaciones en paz», a grupos de niños saharauis a países donde el Polisario tiene un número de simpatizàntes entre la sociedad civil que les acoje. Luego es el turno instructores del Polisario de garantizar que estas colonias de vacaciones se transformen en una campaña de propaganda y recaudación de fondos para el Polisario.
Frente a esta práctica el politólogo argentino Carlos Adalberto Azogino dijo que estaba sorprendido por la instrumentalización por el Polisario, de niños, con fines de propaganda.
En un artículo publicado este martes por la agencia independiente argentina «Total News» Azogino, profesor de la Universidad John F. Kennedy de Buenos Aires, condenó enérgicamente estas prácticas despreciables que buscan sólo engañar a la opinión pública internacional proporcionando una imagen bastante inconsistente con la realidad del conflicto sobre el Sahara marroquí.
En su análisis, el profesor Azogino explica que el Polisario que esta corto de munición, utiliza descaradamente a los niños necesitados esplotando la «buena fe» y el «altruismo» extranjero (occidental) en sus campañas de propaganda engañosa.
Citando el caso de «Vacaciones en Paz» en España, el politólogo argentino explica que en lugar de pasar sus vacaciones y aprender el idioma español, los niños beneficiarios, se encuentran incrustados junto con familias de acogida en campañas de propaganda cuidadosamente dibujadas por los instructores designados por la dirección del Polisario.
Así, la mayoría de las veces, los niños adoctrinados y sus familias de acogida, engañados por los «supervisores» separatistas, se ven obligados a hacer propaganda a favor del Polisario y de recaudación de fondos, parte del cual se desvía entonces a los bolsillos de los peces gordos del Polisario para el enriquecimiento personal.