En miles de niños saharauis en los campamentos de Tinduf, son expatriados anualmente por el Polisario con fines propagandisticos y para servir a sus proyecciones de independencia.
En estos campamentos completamente aislados del resto del mundo, el jefe del Polisario, Mohamed Abdelaziz y sus lugartenientes no dudan ante nada para obedecer las órdenes de los servicios secretos argelinos y a sus viejos generales.
A pesar del apagón impuesto a estos campamentos, informaciónes mantenidas secretas sobre tales prácticas son puestas al desnudo por disidentes a través de las redes sociales y el testimonio de los opositores que logran escapar de Tinduf.
En una dura crítica, un disidente saharaui quién recientemente se unió a Marruecos, dijo que los miembros del Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC), luchan primero por la expulsión de Mohamed Abdelaziz y sus lugartenientes y poner un fin a la influencia del Polisario y el DRS argelino en los campamentos de Tinduf y sus habitantes.
En estos campamentos de consternación y de desesperación absoluta, argumentan, los saharauis no tienen derecho a ninguna libertad de expresión o de movimiento y los medios de comunicación internacionales independientes no se les permite acceder libremente, sin el permiso previo del DRS argelino.
Frente a estas condiciones de vida surrealista, continuando con la misma fuente, los activistas del MJPC acusan abiertamente los siempre presentes dirigentes corruptos del Polisario, de explotar con fines de propaganda, los niños. Estos son enviados cada año a las llamadas vacaciones de verano en Europa o para supuestos estudios en Cuba, en realidad son víctimas de expatriacion forzada a España, Italia o Francia, donde son adoptados por familias de acogida que están dispuestos a convertirles al cristianismo.
En un intento de refutar estos hechos probados, los acólitos del Polisario han circular en la web, fotos de niños que practican la oración en las casas de las familias anfitrionas. Pero el Polisario no explica por qué detrás de la organización de estas aparentes vacaciones, se esconden hombres de la iglesia o asociaciones cristianas que se las arreglan a menudo para colocar a estos niños en casas muy conservadores.
En Cuba, es una historia diferente. Los niños de los campamentos de Tinduf, una vez expatriados en ese país, están sujetos por instructores militares a sesiones de adoctrinamiento. En tiempo libre, se utilizan para el trabajo doméstico en las granjas o fábricas del famoso puro habano hecho en Cuba.