Amnistía internacional lamentó el «muy fuerte deterioro de la situación de los derechos humanos» en Argelia, a raíz de las violencias regulares que han empañado Ghardaia, Touggourt y más generalmente el sur del pais.
El rebrote de la violencia y la intervención de las fuerzas de seguridad contra la población de Touggourt, a 600 km al sur de Argel, se ha saldado con tres personas muertas entre los jovenes, muertos a tiros. Otras cincuenta resultaron heridas en la violencia que estalló el 28 de noviembre. La región de Ghardaia es sacudida regularmente por la violencia entre la comunidad de Chaambis, árabofono Malekitas, a los mozabitas bereberéfonos de rito ibadí.
En esta región del país, «las comunidades que vivian juntos estàn actualmente no sólo divididas, sino que han entrado en un circulo de violencia», ha comentado Amnistia internacional através de Hasina Oussedik, su representante en Argelia. Para ella, la represión desproporcionada por parte de las fuerzas de seguridad es un «factor adicional que agrava la violencia.» Las «libertades fundamentales todavía son reprimidas» y los defensores de los derechos humanos son acosados.
Al denunciar estas violencias mortales, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) ha, por su parte, protestado enérgicamente contra «el recurso excesivo a la utilización de la fuerza» contra el pueblo de Touggourt, 600 kilometros al sur de Argel.
En cuanto a los partidos argelinos, el Rassemblement de la Cultura y la Democracia (RCD), denunció enérgicamente la actitud represiva de los responsables argelinos con las demandas sociales de la población que el partido considera como legítima. Para este partido, «el poder respondió con medidas represivas que contrastan con la protesta extremadamente pacífica de los jóvenes que se habían reunido durante dos días antes de que la policía interviniera.»