Los violentos enfrentamientos entre el ejército mauritano y traficantes armados, que incluían elementos del Polisario, muestran el grado de implicación del Frente saharaui apoyado por Argelia en los diversos tráficos en la región.
Los enfrentamientos tuvieron lugar a principios de esta semana cerca de la frontera entre Marruecos y Mauritania, una región cada vez más el blanco de los traficantes de drogas de América Latina. Los contrabandistas se dispersan en el desierto. Forman parte de redes de gran potencia que se encargan de conseguir cocaína a Europa.
Las redes se han vuelto tan entrelazadas que sirven al mismo tiempo al tráfico de armas, municiones, cigarrillos, etc. Los yihadistas se revendican de AQMI y otros grupos armados encuentran ubicacion en este mercado del desierto, incluyendo el Polisario, el movimiento apoyado por Argelia que lucha contra Marruecos por la independencia de la región del Sahara Occidental.
Estos violentos enfrentamientos entre soldados mauritanos y los elementos del Polisario han causado la alerta en las filas del ejército marroquí, cuyos oficiales fueron a Mauritania. Intercambiaron con sus homólogos de Mauritania información acerca de las actividades de estas redes que no sólo trafican con armas y drogas, pero también con la ayuda humanitaria para los saharauis en los campamentos de Tinduf controlados por el Polisario.
La apropiación indebida por los dirigentes del Polisario de la ayuda humanitaria que se vende en los mercados de Malí, Mauritania y Níger, incluso ha dado lugar a un auténtico comercio Saheliano. De manera que los responsables que controlan las redes se han convertido en verdaderos señores de la guerra en la zona. Un enriquecimiento que ha permitido a estos matones del Sahel adquirir numerosas propiedades en Mauritania, principalmente en Nuadhibu, el centro económico del país en el que el Polisario dispone de importantes enlaces.