Las ONG internacionales que defienden los derechos humanos plantean una serie de preguntas al observar un silencio ensordecedor sobre los crímenes bárbaros e injustificados cometidos por peones marroquíés a sueldo del Polisario, durante el desmantelamiento el 8 de noviembre de 2010, de los campamentos de Gdim Izik, cerca de El Aaiún, en el sur de Marruecos.
Cinco años después de la carneceria ampliamente difundida en las redes sociales, las familias de las once víctimas todos miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes, esperan desesperadamente la solidaridad y el apoyo de estas ONG.
Parece que hasta prueba de lo contrario, que estás ONG y a su cabeza, Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y el Consejo de Derechos Humanos (CDH) y otros organismos de la Naciones Unidas solo se preocupan por conseguir la relajación de los criminales saharauis condenados el 16 de febrero de 2013 por un tribunal militar marroquí por su participación en los asesinatos de Gdim Izik probadas.
En una acción tímida para rendir un homenaje póstumo a las víctimas y para que las sanciones que purgan sus asesinos no sean aligeradas o canceladas de plano, la coordinadora y las familias y amigos de las víctimas de los aconecimientos de Gdim Izik, una pequeña asociación marroquí, acaba de interpelar la ONU y el CDH, para sensebilizarlos sobre está tragedia de la cuál no se habla.
El propósito de está asociación, dice uno de sus miembros, Ahmed Atertour es hacer abortar los intentos de las ONG internacionales que exigen la liberación de los 24 autores del crimen, en el momento en que el juicio está en manos de los jueces del tribunal de casación, aunque ninguna fecha no se ha establecido todavía para su revisión.
«¿Cómo las ONG internacionales y por desgracia los políticos marroquíés libran una campaña para la liberación de asesinos y olvidan a las víctimas? «Se insurge Ahmed Atartour.
Los miembros de la Asociación Marroquí, informa el sitio electrónico Yabiladi, han dirigido al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y al Presidente del Consejo de Derechos Humanos, Zaid Bin Raad dos cartas con el apoyo de videos que muestran actos de degollamiento y asesinato de once agentes del orden público y de la protección civil por jóvenes con rostros encapuchados.
Contrariamente a los acusados ??que tienen un amplio apoyo de las ONG y de una atención especial de la ONU y del CDH, deploran los miembros de la Coordinación, las víctimas han sido olvidados y están a la espera de ser restituidos en sus derechos legítimos.