La expulsión de la pseudo República Saharaui «RASD» de la Unión Africana (UA) permitirá a esta organización de desempeñar un «papel constructivo» en el marco de los esfuerzos de las Naciones Unidas para resolver la cuestión del Sahara » marroquí, asegura el instituto sudafricano de estudios estratégicos (Instituto de estudios de Seguridad-ISS).
En un análisis reciente dedicado a la decisión de Marruecos de reintegrar la UA, ISS afirma que esta decisión forma parte de una nueva estrategia marroquí para introducir dentro de la organización panafricana, un cambio en el interior.
Después de 32 años de la política de la silla vacía, Marruecos está preparando su regreso a la UA, dice el ISS, recordando que el reino se vio obligado a abandonar la Organización de la Unidad Africana (OUA ), predecesora de la actual Unión Africana en protesta contra el ingreso ilegal de la fantasmal república proclamada por el Polisario.
En su estudio, el instituto recibe amplios extractos del mensaje enviado por el rey Mohammed VI en la cumbre africana celebrada el 27 de julio pasado en Kigali, en Ruanda, en el que el soberano hizo especial hincapié en que había llegado el momento de que » Marruecos para recupere su lugar natural dentro de su familia institucional».
El soberano también dijo que «Marruecos, que salió de la OUA nunca salió de África. Solo habia dejado una institucion fue, en 1984, en circunstancias muy particulares», señala el ISS, recordando que al menos 34 países africanos no han nunca reconocido la pseudo RASD, que no tiene atributo de soberanía.
El ISS, señala de paso, la importancia de la mocion dirigida a la cumbre de Kigali, en la que no menos de 28 miembros de la UA saludaron la decisión de Marruecos de unirse a la organización africana y pedir la suspensión de la fantasmal «RASD», que no es un estado y no miembro de ninguna otra organización internacional o regional.
El análisis y las opiniones del Instituto de Estudios Estratégicos de particular importancia, ya que emanan de una organización de Sudáfrica, uno de los pocos países del continente negro que todavía reconocen la «RASD» y apoya el Polisario, cediendo a la presión del régimen argelino, padre adoptivo del movimiento separatista saharaui.