El intercambio de visitas de familias saharauis, supervisados por el ACNUR entre Marruecos y los campamentos de Tinduf, en Argelia,ha sido de nuevo puesto en evidencia. El Polisario y Argelia rechazaron a 20 beneficiarios de Marruecos de desembarcar del avión fletado por la agencia de la ONU, lo que provocó la reacción indignada del ACNUR.
La Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados ha expresado, el 20 de septiembre en Ginebra, su «gran decepción» por la prohibición que viola los derechos de las familias saharauis separadas. Esta operación, además de ser eminentemente humanitaria, con el objetivo de reactivar el programa de visitas, como una herramienta esencial en el refuerzo de la confianza entre los protagonistas de la cuestión del Sáhara Occidental.
«Para nuestra gran decepción, los 20 pasajeros del vuelo se les impidió el aterrizaje por los representantes del Frente Polisario en Tinduf,» dijo el ACNUR. La agencia de la ONU ha sin embargo manifestado que exijira explicaciones para que «el Frente Polisario aclare los motivos de su rechazo para el desembarque » de los 20 marroquíes.
La prohibición se va a comparar con la actitud recientemente adoptada por el Polisario y Argelia, sobre todas las cuestiones relativas a la cuestión del Sáhara. El caso del Inspector General de la Policía del Polisario, Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud, es una prueba clara. Este alto cargo de la jerarquía del Polisario ha sido simplemente sido prohibido regresar a los campamentos de Tinduf. Se le acusa de «traición», sinninguna clase de procesos, por la sencilla razón de haber expresado su apoyo al plan de autonomía en el Sáhara propuesto por Marruecos.
Una prohibición que ha hecho decir a Christian Cambon, presidenta de una delegación francesa del Senado que visitó la semana pasada el Sáhara, que el caso de Mustafa Salma es un «símbolo poderoso de la triste realidad humana existente en los campamentos de Tinduf .