Túnez ha reafirmado su «neutralidad positiva» en el conflicto entre Rabat y Argel sobre el Sahara Occidental, para disgusto de los argelinos que esperaban aliar a los tunecinos a las tésis separatista del Polisario.
En respuesta a un rumor vehiculado por un periódico de Túnecino, diciéndo que las autoridades tunecinas planean reconocer al Frente Polisario, Túnez reafirmó atraves de su Ministerio de Relaciones Exteriores, su posición de principio en la disputa territorial entre Marruecos y Argelia.
Para recapitula, el diario tunecino » Assour «, informó en su edición del jueves que Túnez » se está preparando para reconocer el Polisario argelino» . El Departamento negó formalmente este jueves en un comunicado ésta informacion, señalando la posición de principio de Túnez con el conflicto del Sáhara Occidental y su compromiso a la «neutralidad positiva» ante todas las partes interesadas.
Para el MAE, esta información no tiene fundamento en la medida en que no se plantea la cuestión, y que el problema radica en la Organización de las Naciones Unidas.
Túnez, agregó la fuente, está ansioso por preservar las relaciones cordiales con varios países hermanos y amigos, y rechaza categóricamente «todo lo que puede perturbar las relaciones basadas en la fraternidad y el respeto mutuo de la soberanía nacional».
Acerca de una supuesta crisis de Túnecino-Marroqui que planea en el horizonte evoca el periódico, el departamento de Othman Jarandi ha negado la existencia de tal crisis , asegurando que las relaciones de Túnez con Marruecos y los países del Magreb se mueven generalmente en la dirección correcta.
Algunos medios de comunicacion y eminencias grises del régimen argelino ingenian en su hostilidad contra Marruecos y su integridad territorial. Después de haber perdido varias batallas diplomáticas ante su vecino Marruecos, los argelinos están funcionando a toda máquina, buscando, según fuentes diplomáticas fededignas, para aprovechar la inestabilidad de los países vecinos, para tratar de aliarlos a las tésis de los separatistas del Polisario en el conflicto del Sáhara Occidental, donde la diplomacia argelina ha hecho su caballo de batalla.