La dirección del Polisario fuerte por el apoyo incondicional del régimen argelino, siente cada vez más difícil ocultar los abusos y graves violaciónes de los derechos humanos cometidos diariamente contra las poblaciones secuestrada en los campamentos de Tinduf.
Las recientes manifestaciones que estallaron alrededor de los campamentos de Tinduf, incluyendo los campamentos de Rabuni y Smara para denunciar los abusos y atrocidades de las milicias armadas del Polisario, no han pasado desapercibidas por la comunidad internacional.
Altamente mediatizado a través de las redes sociales, estos movimientos de protesta acompañados de revendicaciones legítimas han hecho reaccionar muchas asociaciones y ONG dedicadas a la defensa de los derechos humanos.
Es en este contexto que la tribu Rguibat Souaâd, establecida en la provincia sur de Marruecos, El Aaiún, denunció la violenta represión ejercida por las milicias del Polisario, los manifestantes saharauis originarios de la misma tribu. Estos observaron el 23 y 24 de enero una sentada pacifica frente a la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) para denunciar las detenciones abusivas y el deterioro de las condiciones de vida en los campamentos de Tinduf.
En una declaración emitida después de una reunión celebrada el miércoles en El Aaiún , la tribu de Rguibat Souaâd, exige la liberación inmediata e incondicional de los detenidos y la restitución de sus bienes saqueados por las milicias del Polisario.
En Dakar, la Asociación de saharauis marroquíés en Senegal ha enviado una carta al secretario general de la Onu Ban Ki-moon, en la que hizo hincapié en la necesidad urgente de que la comunidad internacional y el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), reaccione de inmediato para poner fin a las graves violaciónes de los derechos humanos sufridas por muchos saharauis marroquíes secuestrados en los campamentos de la vergüenza en Tinduf.
A pesar de las persitentes llamadas para levantar el bloqueo les es impuesto en territorio argelino, dijo la asociación, estas víctimas, retenidas en contra de su voluntad en condiciones inhumanas son ahora objeto de una represión, que ha alcanzado una magnitud tal que es legítimo decir que un clima pre- insurreccional se ha instalado en los últimos días en los campamentos de Tinduf.
Unica culpa de las víctimas, dice la asociación es haber denunciado las precarias condiciones de vida en los campamentos, el desvío de la ayuda humanitaria internacional por los dirigentes del Polisario y los malos tratos a los manifestantes, que exigían la apertura una investigación sobre la muerte de dos saharaui y matados a tiros el 7 de enero por soldados argelinos cerca de Mauritania.