A raíz de las protestas de Marruecos contra las incursiones de provocativas por parte del Polisario en las zonas de amortiguamiento del Sahara, el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Burita abordó este tema en París el lunes con su homólogo, el francés Jean-Yves Le Drian.
Voló al día siguiente a Washington, donde fue recibido el martes por el Secretario de Estado en funciones John J. Sullivan, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.
La entrevista de los dos funcionarios se enfocó sobre las «relaciones bilaterales» y «asuntos regionales», agregó el portavoz, y agregó en su declaración.
Washington agregó, reiteró en esta ocasión, el compromiso de los Estados Unidos de «apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas por una solución pacífica, sostenible y política, mutuamente aceptada para el conflicto del Sahara Occidental».
También se programó que el jefe de la diplomacia marroquí se reúna el miércoles en Nueva York con el secretario general de la ONU, António Guterres.
A través de estos contactos, Nasser Burita contaba con sensibilizar sus interlocutores en París, Washington y Nueva York, en torno a las «repetidas violaciones cometidas por los elementos del Polisario en las zonas de amortiguamiento» en el Sahara marroquí.
También debía «tranquilizarlos sobre el compromiso de Rabat de defender sus intereses de conformidad con el derecho internacional», dijo una fuente marroquí.
El enfoque del ministro de AAEE de Marruecos es de gran importancia en el período previo a la reunión anual del Consejo de Seguridad sobre el tema del Sahara prevista para este mes de abril.
El desplazamiento de Nasser Burita en las tres capitales también está motivado por la reciente escalada creada por el Polisario en el Sahara marroquí, mediante el despliegue de sus elementos armados en las zonas de amortiguamiento incluyendo Guerguerat, Mahbes, Tifariti y Bir Lahlu, una zona desmilitarizada supuesta para ser controlada exclusivamente por la MINURSO de conformidad con los acuerdos de alto el fuego firmados en 1991.
Como consecuencia de esta escalada, Marruecos había enviado el domingo pasado por la vía diplomática, una carta al Consejo de Seguridad para pedirle a ejercer su autoridad y ordenar a las milicias del Polisario a retirarse de la zona de amortiguación, asegurando que no tolerará ningún desplazamiento de ninguna estructura militar o civil del Polisario.