La plataforma ciudadana para la liberación de las mujeres saharauis secuestradas en Tinduf, lanzó una petición al gobierno español para que ejerza presión sobre el Polisario para obtener la liberación de las mujeres retenidas contra su voluntad en los campamentos de Tinduf, en el territorio argelino.
La petición publicada en la página web www.change.org, la plataforma española que incluye a los padres adoptivos de estas mujeres, piden a Madrid de suspender «cualquier tipo de apoyo institucional, económico o financiero» destinado a los campamentos Tinduf hasta que las mujeres saharauis, algunos con nacionalidad española, puedan volver libremente a España.
De acuerdo con el periódico de Andalucía, la petición, que ya ha recogido más de mil firmas, recuerda que estas jóvenes mujeres «son víctimas de la sociedad tribal que ejerce todo tipo de violencia y discriminación en contra de ellos (…) forzandoles incluso a vivir una vida que no eligieron «.
Los saharauis originarios de los campamentos de Tinduf especifican, además, que los dirigentes del Polisario obligan a los padres de estas niñas a casarse con los elementos de su milicia armada, para impedir que salgan de los campamentos.
Las mismas fuentes explicaron que la dirección del Polisario retiene a mujeres saharauis que posen la nacionalidad española, en represalia contra el gobierno español que se ha alineado con la posición de Marruecos en el conflicto del Sahara Occidental y que, además, ha reducido drásticamente su asistencia humanitaria a las poblaciones en los campamentos de Tinduf. La única ayuda que llega a estas poblaciones, sólo vienen de la sociedad civil.
La acusación recientemente relanzada por los tribunales españoles contra el jefe del Polisario, Brahim Ghali, acusado de «crímenes contra la humanidad, violaciónes de los derechos humanos, tortura y violación» sólo ha endurecido la actitud de los dirigentes saharauis contra Madrid.
Hay que recordar también que los dirigentes del Polisario también ienen la costumbre de jugar sobre los lazos familiares reteniendo de fuerza a los padres o parientes de algunos saharauis que lograron escapar de la pesadilla de Tinduf para repatriarlos al redil, o el envío de los niños en el extranjero para el adoctrinamiento y sin la aprobación de sus padres.